jueves, octubre 01, 2009

culos (i)







"Dejó caer la manta y se arrodilló sobre el hogar de arcilla, sosteniéndose la cabeza al fuego. Él se fijó en la hermosa curva caída de sus ancas. Que hoy le fascinaban. ¡Cómo se alomaban con un declive opulento hasta la compacta redondez densa de sus nalgas! ¡Y que entremedias se plegaban en el calor secreto, las embocaduras secretas!
Le acarició el trasero con la mano, siguiendo larga y sutilmente las curvas y la plenitud esférica.
--Tienes un trasero delicioso --dijo con el acariciante dialecto gutural--. Tienes el culo más delicioso que nadie. ¡Es el más delicioso, el culo de mujer más delicioso que existe! Y cada pedacito es de mujer, de mujer palpable como las nueces. ¡No eres de esas muchachas con el culo en botón como los chicos que hay por ahí! Tienes un auténtico trasero de pendiente suave, como el que ama en sus entrañas un hombre. ¡Es un trasero sobre el que podría alzarse el mundo, de verdad!"

David Herbert Lawrence, fragmento de El amante de Lady Chatterley, ed. Bruguera, 1980. Traducción de Leopoldo Lovelace.