viernes, julio 16, 2004

profecías II

"En esencia, el placer sexual no es más que una trampa de la evolución. Un engañapichanga genético que nos incita a la copulación para garantizar la supervivencia de la especie humana. De otra manera, el sexo sería tan aborrecible como meter el dedo en la nariz de un resfriado o dejarse rascar la oreja después de una semana sin usar hisopos. Ahora que nos hemos dado cuenta de esta inexpugnable realidad, es solo cuestión de tiempo para que se concrete el fin de las relaciones sexuales tal como las conocemos. Yo mismo fui víctima de la sífilis y añoro el momento en que las drogas de diseño superen con su efecto psicotrópico al orgasmo, relegando al coito a morir como una práctica arcaica sólo visible entre figuras de cera en algún museo de historia natural. Ya sé que están pensando en la reproducción. Déjenme decirles algo. En el futuro, los bebes nacerán en probetas de laboratorio, y la fabricación en serie dejará de ser dominio exclusivo de los automóviles."

Wilmer Delmur. Extracto de su ponencia en el XVII Congreso Mundial de la Asociación Internacional para el Estudio Científico del Retraso Mental, Lisboa, octubre de 1959.

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