profecías iv

"como bovinos embalsamados atravesamos el siglo xx corto sin reaccionar, encandilados por la novedad, adormecidos por la hipnosis colectiva, el pay-per-view y los yogures vitaminizados. vimos cómo la doctrina imperante insistía en en maquillar los moretones, en esconder la mugre debajo de la alfombra. este tercer milenio que se abre implacable ante nosotros es todavía más horrendo, porque las herramientas ya llegaron a su desarrollo más perfecto y atroz. las aspiradoras sociales están ahí afuera y no me extrañaría ver, en un futuro no muy lejano, camiones-grúa patrullando las calles, eliminando de la vía pública a los indeseables, a los indigentes, a los vendedores puerta a puerta. nos encaminamos indefectiblemente hacia la eclosión de un sistema capitalista hiperdesarrollado que proporciona la base tecnológica para un estado policial global. (...) los concursos televisados de canto y baile son la última novedad. ¿pero qué es el fanatismo sino una herramienta teledirigida para el consumo incondicional de la masa sumisa y acrítica? con el poder político a merced del poder económico y el poder económico a merced de un equipo de guionistas en hollywood, no nos queda más que esperar un desenlace catastrófico. agradezcan cada día cuando abren la canilla y de la boca de esa pieza de metal cromado mana agua dulce y potable. yo me he ocupado de almacenar suficientes provisiones como para resisitir en mi búnker personal durante cuatro años. es el tiempo que estimo durará la cuarta guerra mundial, basándome en cálculos meteorológicos, ratings televisivos y el horóscopo tolteca. pueden tildarme de paranoico y apocalíptico, pero sepan que el ser humano se extingue y no habrá una segunda temporada."

wilmer delmur, fragmento de su ponencia en el seminario latinoamericano sobre energías renovables, lombricultura y ecoturismo, santiago de chile, julio de 2004